Por cierto que pensé que si tal me había sucedido con la experiencia del hielo, peor me iría a ir con la del fuego. Más, ¿cuándo volver a hayar una mañana como ésa? ¿cómo dejarla trunca? ¿cómo, pudiendo experimentarlo, no hacerlo? Me decidí.
Maldito gato, Juanemar
3 comentarios:
hasta que al fin descubri su blog :)
besitos y ahi la leo:D
Me encantó.
Pitonisa, gracias por ver con otros ojos.
Me animaste a tener mi rinconcito para escribir... =D!
Soy el gato juanito pidiendo que me escuches desde cualquier tejado con vista al mar o a la luna...soy el gato que maulla tu nombre y que araña las huellas de tus pasos...soy el gato que espera a la sombra de ese tejado de zinc caliente.
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