lunes, 1 de febrero de 2010

Diez

Por cierto que pensé que si tal me había sucedido con la experiencia del hielo, peor me iría a ir con la del fuego. Más, ¿cuándo volver a hayar una mañana como ésa? ¿cómo dejarla trunca? ¿cómo, pudiendo experimentarlo, no hacerlo? Me decidí.
Maldito gato, Juanemar

3 comentarios:

Bea dijo...

hasta que al fin descubri su blog :)

besitos y ahi la leo:D

Profe María José G. dijo...

Me encantó.
Pitonisa, gracias por ver con otros ojos.
Me animaste a tener mi rinconcito para escribir... =D!

Anónimo dijo...

Soy el gato juanito pidiendo que me escuches desde cualquier tejado con vista al mar o a la luna...soy el gato que maulla tu nombre y que araña las huellas de tus pasos...soy el gato que espera a la sombra de ese tejado de zinc caliente.