martes, 22 de diciembre de 2009


Santa Mónica cuéntele a Don Rodrigo que me equivocaría otra vez
dígale que perdí la apuesta, mi caballo no llegó
y que no olvido al niño con la mirada del error.
Por favor insístale en que la ilusión no muere allá en la carrera de Villavicencio...
que nunca será suficiente, que lo ganado hasta aquí no se ha perdido.
Dígale que tengo la boca amarga
y que estaré un tiempo en los bares sin él, bebiendo sin sed.



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